Como se comentó en Capítulo 2, la red TCP/IP puede utilizar diferentes métodos para convertir nombres en direcciones IP. El mecanismo más simple consiste en almacenar los nombres en una tabla de máquinas en el fichero /etc/hosts. Esto es únicamente interesante en el caso de pequeñas redes de área local que sólo requieran la administración de una persona, y que no tengan tráfico IP con el mundo exterior. Recordamos que el formato del fichero hosts fue descrito en Capítulo 5.
Alternativamente, puede utilizarse BIND el servicio de nombres Internet de Berkeley o ``Berkeley Internet Name Domain'', para traducir nombres de máquinas a direcciones IP (cosa que también se conoce como resolución). Configurar BIND puede ser una laboriosa tarea pero, una vez hecho, los cambios en la topología de la red serán mucho más fáciles de hacer. En GNU/Linux, como en muchos otros sistemas Unix, el servicio de nombres se realiza mediante un programa llamado named. Al iniciarse, carga un conjunto de ficheros maestros en su caché y espera peticiones de procesos locales o remotos. Existen distintas maneras de preparar BIND, y no es necesario ejecutar un servidor de nombres en cada máquina: generalmente, uno para toda la red es suficiente.
Este capítulo le dará ideas generales acerca de cómo configurar y ejecutar un servidor de nombres. Para un uso normal deberá bastarle esto, junto a la documentación contenida en las fuentes de BIND, páginas de manual y la guía BIND Operator's Guide (BOG). Si pretende usar BIND en un entorno más complejo que una pequeña red local (tal vez con conexión a Internet) debería echar un vistazo a un buen libro sobre BIND, como DNS y BIND de Paul Albitz y Cricket Liu (O'Reilly). También existe un grupo de noticias para cuestiones sobre DNS: el grupo comp.protocols.tcp-ip.domains. Para abundar más en los detalles técnicos, vea las RFCs 1033, 1034, y 1035.