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1. El Problema

Suponga que tiene un disco duro con más de 1024 cilindros. Suponga que encima emplea un sistema operativo que hace uso de la BIOS. Si es así, entonces tiene un problema, ya que el habitual interfaz de la BIOS a operaciones de E/S con discos, la INT13, usa un campo de 10 bits para el cilindro en el que se produce una operación de E/S, por lo que cilindros más allá del 1024 resultarán inaccesibles.

Afortunadamente, Linux no hace uso de la BIOS, por lo que no resulta un problema.

Bueno, a excepción de dos aspectos:

  1. Cuando arranca el sistema, Linux no está ejecutándose todavía, y por tanto, no puede ahorrarle los problemas relacionados con la BIOS. Esto acarrea ciertas consecuencias para con LILO y gestores de arranque similares.
  2. Es necesario, para todos los sistemas operativos que compartan un disco el coincidir en dónde están las particiones. En otras palabras, si usa Linux, y por ejemplo, Dos en un disco, ambos deberán interpretar la tabla de particiones del mismo modo. Esto resulta en determinadas consecuencias con el núcleo de Linux y fdisk.

Lo que sigue es una descripción bastante detallada de todos los detalles relevantes. Téngase en cuenta que empleé el kernel 2.0.8 como fuente de referencias; para otras versiones la cosa puede variar ligeramente.


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